viernes, 2 de diciembre de 2011

LA ARDILLA Y YO

Estaba paseando tranquila mente por el parque, cuando una ardilla se encaramó a la valla y me dijo.
-¡Eh, tu! Si, si, tú ¿Quieres que te cuente un secreto?
-¡Solo si me ayudas a saltar la valla te lo cuento!
-Vale, te ayudaré a saltar.
Entonces, al saltar me contó que del otro lado había un bonito lago, que por las noches se oían las ranas
cantar, y como ami me gusta tanto el croar de las ranas, me quedé esa noche a dormir junto al lago y la ardilla se quedo conmigo.




            Desde entonces somos buenos amigos.

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